Prensa Agrotime: El Centro de Investigación de Wageningen, se encuentran amaestrando a las abejas, de tal forma que cuando extiendan la lengua puedan oler y detectar el COVID, debido a que este virus ocasiona múltiples cambios en el organismo, en consecuencia, genera un olor, en este caso las abejas detectan los olores de las flores a kilómetros de distancias.
Expertos aseguran que las abejas y los perros, detectan olores sutiles tras pocos minutos de entrenamiento, tras muestras infectadas con SARS-CoV-2, en un método científico denominada condicionamiento clásico o pavlovliano, cada vez que las abejas detectan una muestra con COVID, se les recompensa con agua azucarada, en consecuencia, las abejas asocian según su instinto animal que, por cada muestra de COVID, podrán recibir agua azucarada, extendiendo la lengua para recoger las gotitas dulces.
El estudio se efectuó, en 150 especies que fueron examinadas en el laboratorio de Bioseguridad de Wageningen Bioveterinary Research, por lo que los científicos manifestaron que «Las muestras utilizadas en los primeros experimentos se obtuvieron de visones sanos e infectados con SARS-CoV-2; En los experimentos con las muestras de visón, varias abejas indicaron muy buenos resultados, pudieron distinguir las muestras infectadas de las de animales sanos con un número muy bajo de falsos positivos y falsos negativos».
Esta investigación, los especialistas del Laboratorio de Entomología de la Universidad de Wageningen y la Université Paul Sabatier en Toulouse (Francia), indican la necesidad de sustentar el estudio con la escala de BeeSense, implementar el uso de la máquina para poder entrenar a las abejas, de esta manera se pueden obtener nuevas formas de frenar los contagios.
InsectSense, ha creado varios modelos de máquina que puede entrenar automáticamente a varias abejas al mismo tiempo, también desarrollo un biosensor que dispersa a las abejas entrenadas en un sitio determinado para el diagnóstico, esta tecnología conocida como «BeeSense», funciona como un sistema de diagnóstico a bajo costo para los países que no cuentan con la capacidad económica para frenar los contagios.
De igual manera, los especialistas de la Universidad de Wageningen se encuentran trabajando en la «tecnología LumiNose», un biochip que contiene genes de insectos aplicada para la detectar rápidamente cualquier sustancias volátiles, que impere en el ambiente, los científicos agregaron que «La tecnología de aprendizaje se probará rápidamente y será no invasiva, rentable y altamente precisa, e incluso puede reconocer la gravedad de una enfermedad», destacan.