Corvina (Argyrosomus regius) es un pescado blanco muy apreciado por los chefs por adaptarse a diferentes recetas y tipos de cocción gracias a la delicadeza de su carne. También es un pescado muy valioso para los nutriólogos por todas sus propiedades nutricionales. La corvina, al ser un pescado blanco, tiene un porcentaje de grasa que no supera el 2,5% frente a otros pescados azules como el salmón o el atún. Al aportar pocas calorías y grasas, y ser muy rico en proteínas tiene un aporte nutricional muy saludable.

Características generales de la Corvina

Es fácil de reconocer pos su piel cubierta de escamas de tamaño mediano, color gris plomizo plateado, reflejos con tonalidades partas. Aletas más oscuras que el resto, agallas con tonalidad mate y coloración granate y cabeza grande coloreada de amarillo con el hocico redondeado frente al resto del alargado cuerpo, con dientes cónicos y robustos. Ojos pequeños. Alcanza longitudes de entre 50 cm y hasta 2m, y un peso de hasta 40 kg. La distribución natural abarca el Atlántico oriental, desde Senegal hasta el norte de Francia, incluyendo Canarias y el mar Mediterráneo.

Biología de las corvinas

A los miembros de esta familia se les llama también tambores o roncadores, nombre que proviene de los sonidos que estos peces producen al usar su desarrollada vejiga natatoria como cámara de resonancia, gracias a las vibraciones de unos músculos especiales insertados en sus paredes, lo que permite localizar bancos de corvina a grandes distancias. Las corvinas son especies euritermas y eurihalinas que resisten cambios bruscos de temperatura desde 2 a 38 ºC y de salinidad desde 5 a 39 ‰, facultad que les permite penetrar en desembocaduras de ríos y lagunas en los estuarios, donde realizan la puesta.

Proceso del Cultivo de Corvina

El cultivo de corvina se realiza en diversos países mediterráneos; Los centros de reproducción producen huevos a partir de individuos reproductores en condiciones muy controladas. Una hembra de 1 m de longitud produce más de 1 millón de huevos al año, que presentan un diámetro inferior a 1 mm. Durante su primer mes de vida en cultivo las larvas se alimentan de organismos vivos: rotíferos y artemia. Después se alimentan de piensos elaborados a partir de materias primas naturales. Las técnicas de crianza son similares a las usadas para la lubina y la dorada, tanto en viveros flotantes en el mar como en estanques de tierra. Las corvinas crecen sustancialmente más rápido que la dorada o la lubina, y pueden alcanzar 1 kg en 12 meses. La talla comercial está entre 1 y 4 kg.

Países productores de corvina

La corvina es un pescado poco conocido en la mayor parte de los mercados y cuyos principales países productores son Turquía, Grecia y España. Dentro del territorio español la Comunidad Valenciana y Murcia son las de mayor producción. La producción de corvina (Argyrosomus regius) de acuicultura en el área mediterránea en 2018 se calcula en 37.377 toneladas, lo que supone un crecimiento del 6,6 % respecto del año anterior. Los principales países productores son Egipto (30.000 toneladas), España (2.500 t.), Turquía (2.400 t.), y Grecia (1.600 t.). Para 2020 se estima un crecimiento adicional del 9,1 % hasta superar las 40.700 toneladas. Los recientes incrementos de su producción mediante acuicultura han comenzado a hacerlo reconocido en muchos nuevos mercados. En 2017 las capturas mundiales de esta especie fueron de 8.954 toneladas.

La producción de corvina mediante acuicultura en España en 2018 ha sido de 2.500 toneladas, un 29,4 % más que en 2017. Esta cifra se refiere a pescado cosechado y puesto en el mercado. El grueso de la cosecha de corvina española procede de la Comunidad Valenciana. Para 2020 se estima un crecimiento del 36 % en el total de España hasta alcanzar las 3.400 toneladas. La captura de corvina por parte de las flotas de pesca en el mundo en 2017 fue de 8.954 toneladas. De ellas, 6.250 toneladas en Mauritania y 735 toneladas en Egipto. A nivel europeo destacaron Francia con 936 t., seguido de España con 352 t. y Portugal 344 t.