Prensa Agrotime: Costa Rica es un país territorialmente pequeño pero tiene áreas potenciales para fomentar el desarrollo acuícola fortaleciendo organizaciones de productores, y brindando énfasis a aspectos productivos y sociales, que son sustanciosos para los diferente grupos de acuicultores, cuenta con un clima tropical y una zona económica marina exclusiva de casi 600,000 km2 que hacen que el país sea adecuado para el desarrollo de la acuicultura. Los comienzos de esta disciplina surgen en 1960 con el objetivo de promover el desarrollo socioeconómico en áreas rurales mediante la adopción de tecnologías para producir las especies introducidas de tilapia Oreochromis mossambicus y Sarotherodon melanopleura (FAO 2016). Posteriormente, se llevaron a cabo cultivos experimentales de trucha arcoíris y el langostino de agua dulce
En los últimos 15 años, este sector a ha ido adquiriendo una importancia cada vez mayor, no solo como una alternativa de producción de proteína de origen acuático, sino desde el punto de vista empresarial el cultivo de peces, específicamente trucha y tilapia son los más famosos en el año 2004, de esta última especie se produjeron más de 18 000 toneladas, destinadas a mercado tanto interno como internacional, mientras que la producción de trucha fue de más de 500 toneladas, destinadas al mercado interno. En lo referente a cultivos en aguas salobres es de importancia el cultivo del camarón, del género Litopeneaus, alcanzando una producción de más de 5 000 toneladas en 2004. Se produce además el cultivo del langostino de río a escala muy pequeña, con producciones de alrededor de 5 toneladas por año. Lo cual ha contribuido eficientemente en la economía de este país según estimaciones del Departamento de Mercadeo del Incopesca, las producciones de pequeños y medianos piscicultores generaron un ingreso 6 473 858,0 de dólares EE.UU.
En el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), con el apoyo técnico de la FAO, presentaron los resultados de la situación actual de la acuicultura costarricense, y se constató que Costa Rica requiere 83 mil toneladas métricas anuales entre pescado y mariscos para satisfacer las necesidades de los consumidores. Por lo tanto la política de desarrollo acuícola vendría a aprovechar estas oportunidades que ofrece el mercado, puesto que en la última década los desembarcos pesqueros, han disminuido de manera importante y la acuicultura emerge como una actividad que puede llenar este faltante de producto pesquero, ante una población creciente y cuyo consumo per cápita de productos pesqueros va en aumento.
PERSPECTIVAS PARA LA ACUICULTURA EN COSTA RICA
La acuicultura tradicional en Costa Rica, especialmente el cultivo de tilapia y camarón, se ha mantenido estable Además, se espera que las especies emergentes como los peces marinos, las ostras y el bagre pangasius contribuyan al aumento de la producción acuícola. La pesca artesanal se ha debilitado en los últimos años, por lo que la industria de la ostra, junto con el sector de la piscicultura marina en pequeña escala, desempeña un papel estratégico que debe promoverse ya que puede beneficiar a muchas familias que están marginadas económica y socialmente (FAO 2016).
Las universidades tienen interés en desarrollar tecnología de producción acuícola, generar nueva información y crear redes de investigación que promuevan la producción de conocimiento. La creación de nuevos programas de capacitación académica en acuicultura y la necesidad de desarrollar alternativas productivas para reducir los niveles de desempleo y pobreza en las zonas rurales fomentará la expansión de la acuicultura. Además, se espera que las políticas nacionales apoyen el desarrollo de este sector y favorezcan la generación de nuevos proyectos y la introducción de capital extranjero.